Político y revolucionario francés que llegó a ser una de las figuras más destacadas de la Revolución Francesa y uno de los principales responsables del periodo de la misma denominado Reinado del Terror.
Nació en Arras el 6 de mayo de 1758. Primogénito de un abobado, quedó huérfano de madre a los nueve años. Poco después, su padre emigró a América, dejándolo al cuidado de unos parientes, junto a sus otros tres hermanos. Protegido por el obispo de su ciudad, estudió con un beca en el colegio Luis el Grande, donde tuvo como condiscípulos a Desmoulins y Fréron. Se convirtió en un acérrimo defensor de las teorías sociales del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau. Tras graduarse en derecho en París, en 1781 regresó a Arras, donde ejerció la abogacía. Afín a las ideas liberales y al pensamiento de Rousseau, criticó el sistema judicial y el absolutismo monárquico y abogó por los principios de libertad, igualdad y fraternidad. En abril de 1789 fue elegido diputado por el tercer estado de Artois en los Estados Generales y, venciendo su timidez, se reveló en la Asamblea como un elocuente y fogoso orador. Defendió la concesión de los derechos políticos a todos los ciudadanos, el sufragio universal y directo, las libertades de prensa y reunión, la educación gratuita y obligatoria y la abolición de la esclavitud y de la pena de muerte. Su fama de hombre íntegro y de costumbres austeras le ganó el favor de las gentes, que comenzaron a llamarlo el Incorruptible. Durante el período legislativo afirmó su ascendencia en el Club de los Jacobinos, si bien su oposición a la guerra, por considerar que favorecía a la causa contrarrevolucionaria, lo enfrentó a los girondinos.
Nació en Arras el 6 de mayo de 1758. Primogénito de un abobado, quedó huérfano de madre a los nueve años. Poco después, su padre emigró a América, dejándolo al cuidado de unos parientes, junto a sus otros tres hermanos. Protegido por el obispo de su ciudad, estudió con un beca en el colegio Luis el Grande, donde tuvo como condiscípulos a Desmoulins y Fréron. Se convirtió en un acérrimo defensor de las teorías sociales del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau. Tras graduarse en derecho en París, en 1781 regresó a Arras, donde ejerció la abogacía. Afín a las ideas liberales y al pensamiento de Rousseau, criticó el sistema judicial y el absolutismo monárquico y abogó por los principios de libertad, igualdad y fraternidad. En abril de 1789 fue elegido diputado por el tercer estado de Artois en los Estados Generales y, venciendo su timidez, se reveló en la Asamblea como un elocuente y fogoso orador. Defendió la concesión de los derechos políticos a todos los ciudadanos, el sufragio universal y directo, las libertades de prensa y reunión, la educación gratuita y obligatoria y la abolición de la esclavitud y de la pena de muerte. Su fama de hombre íntegro y de costumbres austeras le ganó el favor de las gentes, que comenzaron a llamarlo el Incorruptible. Durante el período legislativo afirmó su ascendencia en el Club de los Jacobinos, si bien su oposición a la guerra, por considerar que favorecía a la causa contrarrevolucionaria, lo enfrentó a los girondinos.